La clave para una digitalización exitosa no está en la tecnología, sino en las personas que la utilizarán. Un enfoque centrado en las personas puede ayudar a a maximizar los beneficios de la digitalización.
El artículo "La transformación digital fracasa sin las personas" subraya que el éxito de cualquier iniciativa de digitalización no radica únicamente en adoptar nuevas tecnologías, sino en priorizar a las personas que las utilizarán. Andreas Eschbach explica que los beneficios de la transformación digital en la manufactura dependen de un enfoque centrado en el usuario final. Esto implica invertir en capacitación, mejorar la comunicación y fomentar una cultura que valore el aprendizaje continuo y la colaboración.
La tecnología es una herramienta poderosa, pero su implementación efectiva requiere que los equipos comprendan su propósito y tengan la motivación para usarla. Sin este apoyo humano, las herramientas digitales pueden terminar infrautilizadas o generar resistencia al cambio. Además, se resalta que empoderar a los empleados con las habilidades adecuadas y escuchar sus necesidades puede maximizar la adopción tecnológica, mejorar la eficiencia y garantizar resultados sostenibles.
Como parte del proceso de implementación, el artículo es un recordatorio crucial de que nuestra labor no solo consiste en diseñar y desplegar sistemas innovadores, sino también en facilitar su integración con las dinámicas humanas y organizativas. Esto refuerza la idea de que el verdadero progreso tecnológico está impulsado por la combinación de innovación técnica y desarrollo humano.
A la hora de implementar este tipo de herramientas, es importante no quedarse con el foco en la aplicación, debemos centrarnos en el proceso completo y la interacción de las personas en el mismo.
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